Hay nombres que son a veces una
cruz
que a duras penas se soporta, y
del
origen que poseen, de norte a
sur,
queremos olvidarnos. Su caso no
es,
precisamente, el que refiero. Su
caso es otro: está orgullosa del
nombre
que le dieron para siempre, un
nombre
extraño -según muchos- mas no una
cruz
para llevar, pesada y a disgusto.
Su
nombre es un tesoro oculto. Del
cielo vino y en el cielo está. No
es
sólo un nombre. Es un signo del
sur,
la inmensa maravilla del vasto
sur,
el conjunto estelar, que, sin
nombre
todavía para Dante, fue ayer y es
hoy aún, la más hermosa forma de
cruz
que fabular pudiérase. Salió del
reino de Dios, deseoso de mostrar
su
máxima escritura celeste, su
gran dibujo austral, su guía del
sur.
Ella también es un trasunto del
infinito esplendor que su nombre
entraña. Ella es lumbre como la
cruz
de cuatro estrellas enigmáticas.
Es
astro de amor que se prodiga. Y
es
apoyo para todos. Lo es para su
casa, que venera a San Juan de la
Cruz
como letra viva y resplandor del Sur,
y del Norte, el Este y el Oeste.
Es nombre
cardinal de esa morada. En pos
del
centro que su corazón alberga,
del
espacio pleno de su alma –que es
sol imantado y también nombre
de madre, esposa, cocinera- su
paso seguimos hasta el profundo
sur
o hasta el misterio de la Rosa
Cruz,
de donde viene el fulgor de su
nombre.
Todos la llamamos Cuchi, pero
Cruz del
Sur es el don asombroso de su
gracia.
1 comment:
Buenas,
quisiéramos saber si eres el autor de esta sextina y se estarías interesado en su publicación en una prestigiosa editorial española, en una antología que estamos preparando. Por favor, escríbeme a djunawoolf@yahoo.es.
Gracias!!
Post a Comment